Creación rincón de lectura


CREACIÓN LITERARIA 


Muchas veces los medios del centro no son suficientes para tener una biblioteca infantil tan amplia como nos gustaría. Otras veces, simplemente nos apetece crear nuestros propios libros como una actividad en clase donde los alumnos se involucren en ella, otras se crea la necesidad de elaborar libros que respondan a los intereses de nuestra clase y otras es una mezcla de todas las anteriores.
Esta actividad nos sirve para ampliar nuestro rincón de lectura con nuestros propios medios y de una forma sencilla. El ser maestra significa tener imaginación y saber adaptarnos al contexto que se nos presente.
Como hemos visto en los apuntes hay muchas estrategias para la creación literaria. Pensando en educación infantil, es muy importante lo resistente que sea el libro, que no le dediquemos mucho tiempo y que la creación sea barata. Además, como en los otros bloques es fundamental que adaptemos la creación a la edad, al momento evolutivo y a la personalidad de los niños.

PROSA

Como hemos visto en la teoría de la asignatura, hay muchas opciones para la creación en prosa. Todas parecen muy interesantes y aunque ahora sólo elija una prometo si alguna vez tengo oportunidad de ser maestra en un aula de infantil, practicarlas todas.
He utilizado la estrategia de la hipótesis absurda de Gianni Rodari. Cuando esta mañana me agaché a coger un cochecito que se le calló a mi hijo debajo de la cama, vi la cantidad de pelusas que habían “surgido” desde la última vez que pasamos la aspiradora (no hacía tanto, pero parecía haber pasado un lustro). Le dije a mi marido “madre mía, hay vida debajo de esta cama”. Y así es como se me ocurrió que las pelusas podrían cobrar vida.
Mi creación literaria en prosa es:

PELUSA, LA PELUSA.

Érase una vez una pelusa llamada Pelusa.
Pelusa vivía debajo de la cama con papá Peluso, mamá Pelusa y sus 32.727 hermanos pelusa.
Pelusa era muy feliz pero siempre soñaba con descubrir nuevos lugares…
Pero papá siempre le contaba lo peligroso que era salir de la cama.
Sin hacer caso a su papá un día se fue de casa. Recorrió desde el zapatero al rincón de detrás de la puerta donde conoció muchos amigos:
A muchos familiares lejanos que nunca había visto. A dos amigos ácaros con los que jugó al parchís y a muchos bebés motas de polvo a los que ayudó a cuidar.
Aunque lo estaba pasando muy bien, pasaban los días y Pelusa sentía que echaba de menos su hogar. Así que Pelusa decidió volver.
Pero cuando salió de detrás de la puerta, un viento muy fuerte la llevaba hacía un agujero negro… ¡La aspiradora!
-          ¡Nooooooooooo! – gritó Pelusa.
Al oír los gritos de Pelusa, llegaron sus amigos ácaros, sus papás y sus 32.727 hermanos. Entre todos la sujetaron.
Pelusa abrazó a papá y a mamá y les pidió volver a casa. Papá y mamá estaban contentísimos.
Pelusa les presentó a sus nuevos amigos y prometieron que se verían al menos una vez al año.
FIN.


La edad para leer este cuento sería para niños de 5-6 años. Es fácil de entender, los niños se proyectan en el personaje que, aunque es inanimado tiene carácter infantil y trata temas interesantes para los niños de esta edad como son la familia y hacer nuevos amigos. Cuando terminara de contarlo haría preguntas como:
-          ¿Qué os ha gustado más?
-          ¿Hubierais hecho caso a papá?
-          ¿Creéis que Pelusa hizo bien?
-          E imaginaria como puede continuar la historia.

He elegido un formato de cartulina de media din-A4, ilustrado y encuadernado de forma segura y sencilla. Agrego mis fotos. Cabe destacar que para la versión que llevaré a clase lo forraré para que dure más tiempo y no se rompa la encuadernación.

Aquí os dejo unas fotos del proceso de elaboración y el resultado. Como veis, la ilustración no es lo mío pero lo he intentado:

Resultado:













Proceso:



VERSO

Existen, al igual que en el caso de los cuentos, estrategias para crear textos poéticos para niños de infantil. Son estrategias sencillas, que parten del hecho de que la poesía, ya desde el siglo XX, no necesita rimar, pero si tener ritmo. Existen muchos recursos literarios que podemos usar para crear este género:  juegos de palabras, onomatopeyas, aliteraciones, repeticiones…etc que desarrollan en el niño la imaginación y los recursos lingüísticos.
Es importante, calibrar bien estas estratégicas ubicándolas las más sencillas primero, por ejemplo, la comparación, y continuar hasta donde los niños quieran. La estructura más sencilla por la que empezar es la letanía, que son frases terminadas en punto que hablan de lo mismo. Dentro de la letanía podemos usar todos los recursos literarios que hemos mencionado anteriormente.
Antes de ir a clase hoy, había creado mi libro de adivinanzas. Como siempre me ha gustado mucho la rima (me quedé en antes del mediados del siglo XIX) me han salido “bastante rimadas”, pero para luchar contra esta manía de rima, he elaborado otra más siguiendo las indicaciones de hoy.


PRIMERA ADIVINANZA (semi rima asonante, nada de métrica):

Te tapa por las noches,
y te da muchos besitos.
Te canta y te cuenta historias,
a veces te susurra al oído.
Siempre está contigo,
aunque no la puedas ver.
Te quiere hasta el infinito
y su nombre empieza por *

¿Quién es?

¡Mamá!

*Que cada uno ponga la letra del nombre de su mamá.

SEGUNDA ADIVINANZA (rima asonante en los pares los impares quedan sueltos, métrica mal construida, pero con un poco de humor)

Silla con un solo pie,
en el centro un agujero,
al sentarte pesas más
y al levantarte pesas menos.

¿Qué es?

¡El váter!

TERCERA ADIVINANZA (comparaciones con rima asonante en “algunos” otros no, nada de métrica, pero no queda mal del todo)

Es redonda como un balón,
y dura como una piedra,
es verde oscuro por fuera,
y en verano me refresca.

¿Qué es?

¡La sandía!

CUARTA ADIVINANZA (sin rima y siguiendo instrucciones de letanía con comparaciones).

Es suave como un oso de peluche.
Nervioso como un mono del zoo.
Echa babas como un gusano de seda.
Es rápido como un rayo de luz.
Es ruidoso como un gran tambor.
Es cariñoso como mi mamá.
Tiene manchas como una vaca.
Es delgado como una raspa de pescado.

¿Qué es?

¡Es mi perro!

Como le había cogido el “tranquillo” a juntar en un librito, también he hecho uno de adivinanzas para poder agregar al rincón de lectura de mi clase. También plastificaré las páginas para que no se rompa y pueda ser manejable por todos. Igual que la creación anterior, las adivinanzas serían para niños de 5-6 años.

TEXTO DRAMÁTICO

La dramatización es un recurso muy importante ya que desarrollo multitud de capacidades en el niño. El problema es que a veces resulta difícil encontrar obras que estén al alcance interpretativo de los más pequeños. Por eso, es importante aprender a crear nuestras propias obras adaptando a nuestro contexto. La forma de trabajarlo puede ser realizada por los maestros o como un trabajo grupal en el que cada niño aporta su granito de arena. En el libro de “la oreja verde de la escuela” de Carmen Díez Navarro, cuenta como ella realiza las pequeñas obras de teatro en clase y los niños la representan. Es increíble lo que se lo ocurre a los más pequeños. Normalmente escenifican situaciones de la vida diaria.

Para realizar el texto dramático, he utilizado el cuento narrativo y he creado una pequeña escena teatral a partir de él. Si estuviera en clase aprovecharía para preguntarle a los niños que pasaría y que dirían ellos si fueran cada personaje y a partir de ahí lo iríamos creando juntos.

He agregado la figura del narrador porque cuando son pequeños es importante ponerlos en situación y explicar la escena.

En muchas escuelas se hacen salidas al teatro (por ejemplo, en la de mi hijo han ido hace unas semanas a un teatro infantil), y en otras son los propios maestros los que representan para los alumnos. Así sabrán como hacerlo porque ya se han familiarizado con el género.


PELUSA Y PAPÁ.

Narrador: Bajo la cama, vivía Pelusa con sus papás y sus hermanos.  Era un día normal, algunos de sus hermanos jugaban al parchís, otros leían, otros saltaban. Entre todo el alboroto se oyó la voz de Pelusa:
Pelusa: Pero papá, yo quiero salir, conocer otros lugares. Me encanta vivir aquí, pero quiero conocer París, Roma, Disneyland y un montón de lugares interesantes.
Papá Peluso: Ya te he dicho mil veces que es imposible. Nosotros somos pelusas. Las pelusas vivimos toda la vida en el mismo lugar y somos felices así. Mira tus hermanos que contentos están. Tu madre estaría muy triste si se enterara de que te quieres ir.
Pelusa: Pero y ¿si existieran otras pelusas a las que conocer, con las que jugar, que nos puedan enseñar cosas?
Papá Peluso: ¡No me importa! ¿Sabes lo peligroso que es salir? ¿Conoces lo que es una aspiradora? Si la ves, te llevará y no te volveremos a ver.
Pelusa: ¿Qué es una aspiradora?
Papá Peluso: Es un monstruo que come Pelusas. Hemos perdido muchas pelusas en las fauces de este monstruo.
Narrador: Pelusa estaba muy triste, sabía que tenía que hacer caso a su papá, pero sentía que se equivocaba. Esa misma noche, Pelusa cogió su maleta y se marchó.

CONCLUSIÓN

Con esta actividad hemos aprendido a ampliar nuestro rincón de lectura con estrategias de creación literaria en verso, narrativa y dramática.
Los niños tienen mucha imaginación y podemos potenciarla creando historias con ellos y más tarde encuadernarlos para que su creación forme parte del rincón de lectura. Esto parece que les hace especial ilusión.
Una de las finalidades más importantes de esta asignatura es conseguir que los niños amen la literatura y que disfruten con ella. Con estos medios que hemos aprendido en este bloque podemos hacerlo adaptándonos al aula y así motivarlos a ellos a ser los propios creadores.
He disfrutado mucho elaborando las creaciones de esta actividad y aunque no he conseguido que mi hijo me ayude de forma productiva (más bien me ha ido estropeando cada cosa que hacía – tiene 2 años), parece que el resultado si le ha gustado porque ahora me pregunta por “Pelusa”.  Me hace especial ilusión poder compartir en un aula estas creaciones y llevar a cabo las demás estrategias estudiadas con los alumnos.

BIBLIOGRAFÍA

  •   Labajo, I (2018). Apuntes de literatura infantil.
  • D. Navarro (1998), La oreja verde de la escuela

Comentarios

  1. Hola!

    Me ha parecido muy completa la entrada y me ha gustado mucho la historia de Pelusa, y que lo hayas empleado en dos estrategias.
    Las edades concuerdan con la actividad.
    Que hayas intentado hacerlo con tu hijo ha estado muy bien porque a la hora de intentar hacerlo en clase sabes que esa actividad no podrías hacerlo en el aula de dos años.

    Un saludo.

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